Una vez que el paciente ha seleccionado el material fotográfico y nos lo entrega, tenemos que proceder a la organización de esa memoria icónica. Lo ordenaremos en la Tira Fotográfica Exploratoria o 1ª Serie Fotográfica que comprende la porción de espacio físico vivido por el paciente y sus ancestros, susceptible de ser encarnado fotográficamente.
Considero para cada paciente, una Prehistoria y una Historia. Con “prehistoria” me refiero a toda la época donde el material que se va a ver representado fotográficamente, corresponde a un tiempo donde el paciente aún no había nacido y llamo “historia” a todo el material fotográfico referido a la época donde el paciente ya nació.
Tipología Fotográfica
A lo largo de una Tira Fotográfica exploratoria existen diferentes tipos de fotos que por sus características exigen una mayor atención. Atención que permitirá efectuar un análisis más completo y una implementación técnica más útil para el proceso terapéutico.
Vamos a considerar los siguientes tipos de fotos:
1.- Fotos encubridoras: Son fotografías al servicio de negar alguna situación, relación o persona que es muy conflictiva para el paciente. Recuerdo que un paciente cuyos padres se llevaban muy mal, al presentar sus fotos, me mostró una de gran formato donde se veía a sus padres muy unidos y felices.
2.- Fotos Fantasmas: Son aquellas fotos que el paciente “re-cuerda que las tiene” pero no las encuentra. En estos casos, suelo pedir que me la dibujen o que me la describan lo más fielmente posible. Puede tratarse de una foto que nunca existió en realidad y es producto de su fantasía. El tratamiento y elaboración técnica que le doy es como cuando se le solicita a un paciente que nos describa algún sueño que le impresionase mucho y que recuerde vivamente.
3.- Fotos Claves: Como su nombre indica, son aquellas fotografías que se convierten en centrales a lo largo del tratamiento. Suelen actuar como símbolos sintetizadores de información que encierran conflictos no resueltos y como tales, no es infrecuente que alrededor de ellas giren grandes “tramos” de terapia. Una buena señal que puede alertar al terapeuta sobre la existencia de alguna foto clave, es cuando el paciente relata que cuando le solicitamos las fotos, “pensó inmediatamente” en una determinada.
Análisis Fotográfico
En la técnica de construcción de imágenes que se utiliza en psicodrama, el proceso comienza con la búsqueda de una imagen interna del protagonista (indaga en su biografía); a continuación, se espacializa la imagen seleccionada y finalmente se plasma en una escena que se dramatiza. En síntesis, “se busca dentro y se plasma fuera”, se va de la biografía a la escena.
En la técnica del análisis fotográfico el proceso es inverso: primero se “encuentra” una imagen fotográfica en el álbum y después, se “busca” dentro de esa imagen la consonancia con el grupo interno del protagonista. En síntesis: “se va del álbum de fotos a la biografía”.
El paciente selecciona una determinada realidad y no otra, lo que quiere decir es que se trata de información significativa para ese psiquismo en particular. Es nuestro deber ayudarle a descifrarlo en sus múltiples niveles de significación (manifiesto, latente, contextual, etc). El resultado de esta búsqueda debe ser concretado en una Hipótesis Psicodinámica inicial, como un intento de comprensión global de la psicopatología del paciente. Todo esto se logra efectuando un trabajo conjunto entre las ópticas del paciente y del terapeuta, realizando una puesta en común entre lo que el paciente aporta y lo que el terapeuta piensa y siente frente al material suministrado.
Todos, y los pacientes no son una excepción, tenemos una leyenda de lo que nos pasa y por qué nos pasa, manifestando gran resistencia a cambiarla. Es decir, tenemos una especial capacidad para puntuar determinados hechos de nuestra realidad e ignorar otros, de tal manera que “nos inventamos” una nueva realidad y nos la llegamos a creer. En mi opinión, las fotos “como testigos objetivos” del pasado, permiten, apoyándonos en ellas, cuestionar las “realidades o supuestos” de hoy, pues no conviene olvidar que la realidad como tal no existe, sino que existen opiniones sobre la misma.
Si entendemos la vida del paciente como una “tira del tiempo” donde a manera de secuencia fotográfica se van transcribiendo las peripecias vitales, será importante en un primer análisis, estudiar las correlaciones entre su biografía y sus fotografías, de manera que podamos destacar resonancias y disonancias entre lo que “nos dice” en su biografía y lo “que vemos” en sus fotografías.
Para ilustrar lo que acabo de decir, voy a referir lo que sucedió en el tratamiento de un hombre exitoso y hecho a sí mismo.
Al mostrarme su Historia Fotográfica se detuvo en una fotografía de su infancia (ver imagen) diciéndome: “en esta foto se puede apreciar mi origen humilde y las calamidades de mi infancia. Fíjese que todos los niños de la foto llevan zapatos y yo soy el único que va en zapatillas. Esto le puede dar una idea de las privaciones que pasábamos …”
Como puede apreciarse en la foto (es el niño del primer banco marcado con un círculo), el paciente cuando era niño, OCUPA UN LUGAR CENTRAL Y VISIBLE, donde no parece importarle mucho si llevaba o no zapatillas. Se le ve feliz y lustroso.
Le señalé que a ese niño de la fotografía no creía que le pasase lo que decía, puesto que si se hubiese sentido avergonzado no se hubiera situado en el primer banco y su expresión sería más triste e inhibida. Ante mi confrontación, se quedó perplejo. Ese contraste entre lo que “pensaba” y “veía” ahora, fue decisivo para situar su “leyenda” en los términos adecuados.
Gracias a la memoria “objetiva” de la foto, pudo deshacer el malentendido de su memoria “subjetiva”. Sin el recurso fotográfico no su hubiera logrado ningún cambio en la “opinión” de la realidad vivida por él. Continuará …
21 julio, 2011 at 3:29 pm
Gracias Eduardo por mostrarnos una herramienta más para distinguir entre lo que percibimos y lo que perciben los demás. Muy enriquecedor tu blog, enhorabuena.
21 julio, 2011 at 8:23 pm
Muchas gracias Cruz por tu comentario. Me estimula y satisface saber, que existen personas como tu a las que puedo aportar algo. un beso
16 diciembre, 2015 at 4:53 pm
Gracias Eduardo! Artículo imprescindible para el análisis fotográfico. Éxitos
14 enero, 2016 at 6:30 pm
Me alegra que haya sido de utilidad porque eso es lo que pretendo