Blog del Doctor Cabau

Terapia Integral Planificada

CENTRO DE PSIQUIATRÍA DINÁMICA
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¿ DE QUÉ NOS HABLAN LOS SÍNTOMAS ?

Debemos prestarles mucha atención a los síntomas de nuestros pacientes, porque son ellos los que nos muestran el camino de entrada a su psiquismo. Nos dan información sobre lo que no anda bien, y es necesario revisar y cambiar.  

Sin embargo, como profesionales de la salud se nos ha enseñado a ser intervencionistas, acabando por encima de todo con los síntomas que aquejan a nuestros pacientes (matando de esta manera al «mensajero«).

Si por ejemplo, uno tiene fiebre, se nos ha entrenado para quitársela inmediatamente, sin tener en cuenta que esa fiebre es un mecanismo de defensa natural para acabar con el patógeno.

Entiendo que como médicos, nuestra obligación es la de permanecer al lado de los pacientes, vigilando” –en este caso la fiebre–, para que no llegue a una temperatura que le pudiera hacer convulsionar, con lo cual sería peor el remedio que la enfermedad.

Así pues:

NUESTRA FUNCIÓN ES LA DE ENTENDER, EXPLICAR Y ACOMPAÑAR AL PACIENTE, FACILITANDO LA COMPRENSIÓN DE LOS SÍNTOMAS QUE LE AQUEJAN

Ya sé que en muchas ocasiones, hay que intervenir sin miramientos sobre los síntomas  para reconducir al paciente a la senda de la salud. Pero en el terreno mental, es prioritario seguirle «la pista» a los síntomas, para llegar a la causa o causas del sufrimiento, que una vez resueltas restablecerán el equilibrio perdido.

La medicina occidental da mucha importancia al diagnóstico una vez que la enfermedad se ha presentado en forma de síntomas, mientras que en las medicinas milenarias, la palabra diagnóstico significa «conocer y comprender» al paciente y no a la enfermedad. Estas medicinas se centran más en la promoción de la salud que en la lucha contra la enfermedad.

LA PALABRA DIAGNÓSTICO SIGNIFICA «CONOCER Y COMPRENDER» AL PACIENTE Y NO A LA ENFERMEDAD

EL SÍNTOMA ES UN INTENTO DE EQUILIBRIO

Enfermedad significa falta de armonía o trastorno de un orden hasta ahora equilibrado, que desemboca en múltiples manifestaciones o síntomas, que se agrupan en síndromes, –que a su vez–, conforman categorías nosológicas de enfermedades clínicas.

CUALQUIER SÍNTOMA ES UN INTENTO DE RESTAURAR EL ORDEN PERDIDO

Voy a tratar de explicarme:

Si yo te pregunto para qué te sirve el dolor cuando te rompes un brazo, seguramente me contestarás que para nada en absoluto, sin embargo; si reflexionas un poco, verás que gracias al dolor no mueves el brazo, porque si lo hicieras; te romperías, músculos, nervios, tendones, etc., y la avería sería mucho más grave. Por lo tanto, la naturaleza que es muy sabia, ha puesto en marcha el mecanismo del dolor para evitar “males mayores”.

Nuestra mente inconsciente actúa de la misma forma, puesto que siempre busca lo menos malo para nosotros y eso, en general, no resulta obvio. Es labor del terapeuta llevarlo a la consciencia del paciente, para empezar a generar un cambio.

LA MENTE INCONSCIENTE SIEMPRE BUSCA LO MENOS MALO PARA NOSOTROS Y ESO, EN GENERAL, NO RESULTA OBVIO

ALGUNOS EJEMPLOS CLÍNICOS

Imagínate que estas ascendiendo por una montaña y que lógicamente a medida que asciendes, la concentración de oxigeno será menor. Tu organismo para adaptarse a la hostilidad del ambiente, empezará a generar un síntoma que se llama disnea (respiración jadeante, superficial y rápida). Para alguien que estuviera observándote, pensaría que te encuentras muy mal; cuando en realidad esa disnea, es un mecanismo de defensa (intento de adaptación) que genera tu cuerpo para “bombear” más oxígeno, y así combatir su déficit.

Sigamos con otro ejemplo un poco exagerado, pero que para los fines didácticos nos puede servir: si soy tan inconsciente que me pongo a correr como si tuviera 20 años, de pronto me provoco un esguince –y gracias a él–, evito la posibilidad de que me dé un infarto.

Contéstame a una pregunta: ¿Quién ante un examen, no ha tenido una fiebre oportuna … o una diarrea … o un dolor de cabeza terrible?

UN CASO PARTICULAR

Hace un tiempo, me mandaron de una clínica de Madrid, a una paciente de 25 años de edad. Tanto ella como su marido se habían sometido a múltiples exámenes sin que les encontraran nada orgánico que justificase el porqué no se quedaba embarazada. Me la derivaron con el diagnóstico de “esterilidad psicógena” (o de causa psíquica).

Llamaré a la paciente María. Me dijo que procedía de una familia con unos padres muy unidos y donde ella era la mayor de cinco hermanos con los que se llevaba especialmente bien. En toda psicoterapia, la etapa psicodiagnóstica es fundamental y en este caso, pude constatar que la relación con su marido era muy afectiva, y estaban profundamente enamorados.

Después de efectuarle un estudio completo, tuve con ella la primera y última sesión. Le dije de forma directa que ya sabía porque no podía tener hijos:

– No puedes tener hijos porque tú ya has sido madre … aunque … soltera

Ante mi afirmación, se quedó absolutamente bloqueada y al cabo de unos segundos, me contestó molesta:

– en absoluto, yo fui virgen al matrimonio…

Sonriendo, le contesté:

-– María, por lo que me has contado, cuando tenias 15 años ya eras “madre” sin saberlo. Has tenido que cuidar de tus hermanos desde que eras muy pequeña debido al poco tiempo y a lo atareada que estaba tu madre. Hiciste una función materna que no te correspondía a esa edad, y aunque hayan pasado diez años de aquello, tu psiquismo lo sigue recordando. Ahora que tienes una pareja que te adora, inconscientemente, no estás dispuesta a hacerte cargo de otro bebé.

– Es como si tu capacidad de dar, se hubiera agotado a los 15, y aún no estás lo suficientemente reparada –en tus necesidades afectivas–, como para volver a hacerte cargo de un nuevo bebé. Necesitas sentir ese deseo, y cuando lo sientas, seguro que ya podrás tener a tu hijo.

No volví a tener noticias de María, hasta que siete meses después, me vino a ver a la consulta con su marido, para decirme que estaban esperando un hijo.

EL PASO DEL ¿PORQUÉ? AL ¿PARA QUÉ?

En general, la pregunta que siempre se hace un profesional frente a un síntoma, es el PORQUÉ del mismo, pero pocas veces se hace la que para mí es la pregunta correcta: ¿PARA QUÉ LE SIRVE A ESE PSIQUISMO EN PARTICULAR, ESE SÍNTOMA EN PARTICULAR? En cualquier novela de detectives, antes o después, siempre se acaba preguntando por ¿quién se beneficia con la muerte de esta persona? Pues bien, con el psiquismo debemos hacer lo mismo, porque TODO SÍNTOMA ES UN COMPROMISO QUE SIRVE PARA DENUNCIAR Y ENCUBRIR ALGO.

En el caso de María, el síntoma de la esterilidad representaba un compromiso entre su parte consciente que “quería” tener el hijo y su parte inconsciente que “no quería” tenerlo. Su consciente le decía que reunía todos los requisitos para tener un hijo; estaban enamorados y tanto su marido como ella lo deseaban de verdad; pero su inconsciente, le advertía del peligro de tener que seguir dando en un momento que aún necesitaba seguir recibiendo. Por lo tanto, la “esterilidad psicógena” era un buen compromiso (síntoma) entre ambas partes, ¿Inteligente el psiquismo no?

En este caso, el síntoma denunciaba su necesidad de seguir siendo gratificada y encubría la resistencia a que le naciera un bebe; al que tendría que cuidar en un momento que aun no estaba preparada. Por tanto, María sin saberlo, tenía un CONFLICTO intrapsíquico y el SÍNTOMA era su representante externo.

¿QUÉ TIENEN EN COMÚN TODOS LOS SÍNTOMAS?

Cualquier malestar o síntoma, tienen en común que cuando aparecen, sirven al menos para dos cosas:

1.- Para dejar de hacer lo que estábamos haciendo (cuando nos encontramos mal, nos vamos a casa, anulamos citas, etc.), y

2.- Nos obligan a pensar en nosotros. Es como si un buen amigo, nos dijera: «deja de perjudicarte ya. Empieza de una vez a cuidarte y a pensar en ti».

Por lo tanto, los síntomas –si sabemos leerlos–, se comportan como verdaderos timbres de alarma (ver «¿Tienes ansiedad? ¿De la que «avisa» o de la que «ataca? «) que nos avisan de que algo anda mal en nuestro interior, siendo necesario que le prestemos atención, para equilibrarnos de nuevo.

2 Comments

  1. Gracias por tus escritos, están llenos de sabiduría.

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