Siguiendo la serie de Nutrición y Salud Mental, hoy os voy a hablar de otros nutrientes esenciales para nuestro cerebro: los aminoácidos.
Como ya expuse en La Nutrición en psicoterapia, los aminoácidos son los “ladrillos” con los que se construyen todas las proteínas de nuestro organismo; siendo estas, el componente básico de la vida. Ellas, son imprescindibles para la formación de las células y son las encargadas de reparar todos los tejidos de nuestro cuerpo. Así mismo, son el componente principal de las enzimas, y tienen un papel protagonista en todas las funciones de nuestro organismo.
Las “palabras” que utiliza el cerebro para enviar mensajes entre las neuronas, son los neurotransmisores, y las “letras” con las que se forman esas palabras, son los aminoácidos.
Para poder entender la gran importancia que tienen los aminoácidos en nuestro cerebro, debemos comprender lo que hacen realmente los neurotransmisores en el mismo. Existen cientos de tipos distintos de neurotransmisores en nuestro organismo, pero los que desempeñan un papel más importante en el cerebro son los siguientes:
• La adrenalina, noradrenalina y la dopamina. Son los neurotransmisores estimulantes que nos motivan, alertan, y ayudan a enfrentar el estrés. Se fabrican a partir del aminoácido llamado Tirosina
• El GABA, contrarresta la acción de los neurotransmisores estimulantes, relajándonos y calmándonos después del estrés. Procede de los aminoácidos Taurina y Glutamina
• La serotonina, nos mantiene felices y con buen ánimo. Se genera a partir del aminoácido llamado Triptófano
• La acetilcolina, es la que mantiene despierto al cerebro, mejorando la memoria y la alerta mental
• Las triptaminas nos mantienen conectados. Por ejemplo, la melatonina nos hace sincronizarnos con el día y la noche y con las estaciones del año. Su precursor es el Triptófano
Si cada uno de estos neurotransmisores, dependen para su formación de los diferentes aminoácidos, nos daremos inmediatamente cuenta de la importancia de estos, para nuestro equilibrio mental.
Como ya explique, la nutrición ortomolecular se centra en la célula y en su correcta nutrición. Las enfermedades, son producidas por desequilibrios nutricionales celulares, que pueden ser tratados y corregidos con una correcta nutrición celular. Toda célula debe estar bien oxigenada, bien nutrida y limpia de tóxicos.
Por lo tanto, numerosos problemas que afectan a la salud mental (disfunciones mentales y trastornos del pensamiento), pueden resolverse con una profunda desintoxicación neuronal y con una dieta rica en nutrientes; especialmente en aminoácidos, que el cerebro necesita para su correcto funcionamiento.
La deficiencia en aminoácidos es bastante habitual y cuando eso ocurre, la persona puede ser víctima de depresión, apatía, falta de concentración, agotamiento, mala memoria, incapacidad para relajarse y ausencia de motivación entre otras alteraciones.
Actualmente con la Cromatografía Líquida de alta resolución (HPLC), se puede saber cuales son las deficiencias nutricionales del cerebro, que han podido llevar a enfermar a un determinado paciente. Con este análisis de aminoácidos libres en plasma, se logra cuantificar 39 aminoácidos fisiológicos que circulan por la sangre, y que no proceden de la ruptura de proteínas.
Gracias al Dr. Javier Aizpiri, que dirige el Servicio de Medicina Psico-orgánica de Bilbao, aprendí a interpretar estos análisis, que son tan beneficiosos para el abordaje de múltiples patologías cerebrales. La formación del Dr. Aizpiri es “higienista” y por lo tanto conoce mejor que nadie la importancia del sol, el aire, el agua, la nutrición, la ausencia de tóxicos y el ejercicio, para una correcta y natural recuperación de todo ser humano. Comparto con él, esta pasión por la Medicina Natural que hace mayor hincapié en potenciar la salud, que en luchar contra la enfermedad. Procuro utilizar, al igual que él, un mínimo de psicofármacos, puesto que son sustancias químicas ajenas al organismo y que actúan sobre la transmisión neuronal.
Fue al Dr. Aizpiri a quién le oí decir, como buen agricultor que es, que cuando un árbol enfermaba, había que podar, abonar y ponerle al sol. Si hablamos de seres humanos, esto se traduce en que debemos limpiarles de tóxicos (podarles), nutrirles bien (abonarles) y darles el tiempo necesario para su recuperación (ponerles al sol).
El metabolismo de las personas, necesita tiempo para recuperarse, y en el caso del cerebro el ritmo de recuperación es de 2 gramos diarios. Si el peso medio de un cerebro humano es de 1500 gramos, necesitaremos 2 años aproximadamente, para recuperarlo en gran parte.
Volviendo al tema de los aminoácidos, sabemos que existen dos tipos: los esenciales, que se llaman así porque el organismo no los produce (triptófano, metionina, fenilalanina, treonina, valina, leucina, isoleucina y lisina) y por lo tanto, solo se pueden adquirir a través de la dieta. A los que sí puede producir el organismo, se les llama no esenciales, pero hay que tener en cuenta que son igual de importantes.
Los aminoácidos que causan mayores problemas al sistema nervioso central, son el Triptófano, la Fenilalanina y la Metionina. En la mayoría de las personas deprimidas, hay un déficit de Triptófano, provocado por una mala nutrición o agotamiento cerebral. En ocasiones, el Triptófano aparece muy elevado y eso es debido a que el paciente está tomando demasiados antidepresivos que hay que retirar. Si tenemos el triptófano bien y damos antidepresivos, estos no harán nada.
Si nos falta la Fenilalanina, es que tenemos los Omegas muy bajos, y eso hará que estemos muy agotados y peor por las tardes. Su administración hará que mejore la depresión, la memoria y la esquizofrenia.
La Metionina forma parte de todas las proteínas y hace funcionar al hígado. Es el gran metilador del organismo. Los marcadores de la depresión son el Triptófano, la Fenilalanina y la Metionina bajos.
El marcador de la ansiedad es la Cisteína aumentada, y esta será crónica, cuando la Cisteína, la Tirosina y el Ácido Aminobutírico estén elevados.
El desequilibrio funcional cognitivo se dará cuando la Fosfoetanolamina, la Fosfoserina y la Taurina estén bajas.
El ácido glutámico (aminoácido no esencial), es la “gasolina” de nuestro cerebro. Si está bajo, perderemos memoria y estaremos cansados, y si está alto, nos sentiremos muy excitables. La Treonina (aminoácido esencial) es indispensable para combatir el estrés.
Como resumen de lo anterior hay que concluir que las proteínas son fundamentales, por lo que hay que consumirlas todos los días en cantidad y calidad suficiente. Cuando un alimento contiene proteínas con todos los aminoácidos esenciales, se dice que esta es de alta o de buena calidad. La clara de huevo (muy consumida por los culturistas) es la proteína de mayor valor biológico que existe, y es la que se toma como referencia, para medir el valor biológico de las otras proteínas. En gimnasios y lugares especializados, se venden packs de claras de huevo.
Se pueden combinar (sin tener que hacerlo al mismo tiempo), las proteínas de legumbres con proteínas de cereales para conseguir todos los aminoácidos esenciales en nuestra nutrición diaria. Algunos de los alimentos con todos los aminoácidos esenciales son: la carne, los huevos, los lácteos y algunos cereales como la espelta, la soja y la quinoa.
Otras combinaciones de alimentos que suman los aminoácidos esenciales son: garbanzos y avena, trigo y habichuelas, maíz y lentejas, arroz y cacahuetes, etc. En definitiva, legumbres y cereales ingeridos diariamente, pero sin necesidad de que sea en la misma comida.
Os dejo este breve documental sobre los neurotransmisores.