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¿Qué son las emociones? Como seres sensibles que somos, las emociones son formas de reaccionar frente a determinados estímulos. Son universales y pasajeras.

¿Cual es su origen? El origen de las emociones son los pensamientos que tenemos instalados en nuestro sistema de creencias.

¿Para qué sirven las emociones? La función de las emociones es la de adaptarnos al medio. Su duración puede oscilar entre segundos y horas.

¿Cómo puedo reconocerlas? Las vamos a reconocer porque siempre provocan cambios fisiológicos en el cuerpo; el aumento del ritmo cardiaco, el temblor, la dilatación de las pupilas, la relajación, la sudoración y la sequedad de boca son ejemplos de estos cambios. También tienen la capacidad de alterar las expresiones faciales, la secreción hormonal y la contractibilidad muscular (por ejemplo cuando sentimos un nudo en el estomago o una opresión en el pecho).

¿Cuáles son sus consecuencias? La raíz etimológica de la palabra emoción deriva de la palabra latina «movere«, que quiere decir «mover». Así pues, las emociones tienen la capacidad de «movernos» a una  determinada acción o comportamiento, por lo que deberemos estar muy alerta a lo que decimos y a lo que hacemos.

En síntesis:

CADA EMOCION – CON EL FIN DE ADAPTARNOS AL MEDIO–, NOS HARÁ REACCIONAR FISICA Y CONDUCTUALMENTE DE UNA MANERA DETERMINADA

Por otro lado, cuando una emoción se prolonga en el tiempo y se nutre de pensamientos, se transforma en un sentimiento que puede ser verbalizado, siendo su duración impredecible.

LA DINÁMICA DE LAS EMOCIONES

Las emociones no son ni buenas ni malas: SON SOLO EMOCIONES. Si bien es cierto, que tendemos a clasificarlas en buenas o malas según la educación recibida y el sistema de creencias que tengamos instalado.

CADA UNO EXPERIMENTA LAS EMOCIONES DE FORMA PARTICULAR, DEPENDIENDO DEL SISTEMA DE CREENCIAS Y DE LAS EXPERIENCIAS DEL PASADO

Todas nos predisponen a la acción y las necesitamos para «movernos» por la vida. Todas, con su correspondiente función, nos ayudan a vivir: la rabia nos defiende, la tristeza nos recompone, el miedo nos protege, la felicidad nos integra, la sorpresa nos previene, etc.

Veamos– a modo de ejemplo–, algunas emociones con sus correspondientes reacciones fisiológicas, comportamentales y adaptativas:

EMOCIÓN CAMBIOS FISIOLOGICOS ACCIÓN RESPUESTA ADAPTATIVA
Rabia Aumento del ritmo cardiaco

Aumento de adrenalina

Aumento de energía

Ataque Nos defiende
Miedo Aumenta el ritmo cardiaco

Aumenta el ritmo respiratorio

La sangre fluye a los músculos

Lucha o Huida Nos protege frente a un peligro o amenaza
Felicidad La frecuencia cardiaca disminuye

La musculatura se relaja

Se inhiben los pensamientos negativos

Facilita la cooperaciónn Favorece las relaciones y el bienestar
Tristeza Disminución de energía

Descenso del metabolismo

Soledad y aislamiento Aceptar y planificar una reintegración personal

En el mundo real, esto no es tan sencillo, porque a todos en función de nuestro sistema de creencias o experiencias–, se nos activan unos mecanismos de represión emocional, que nos obligan a hacer una selección entre las emociones que nos permitimos sentir y las que no.

Si tomamos como ejemplo la rabia, notaremos que al sentirla, el ritmo cardiaco y hormonal aumenta, la sangre fluye a las manos, y la secreción de adrenalina se dispara, con el fin de generar la energía suficiente para la acción de defendernos o atacar. En este caso, la rabia será la respuesta adaptativa que nos prepara para defendernos frente a algo que vivimos de forma amenazante.

Pero imaginemos, que para mi, la rabia es una «emoción prohibida» y como tal, la tengo reprimida (no la puedo sentir porque va en contra de mis creencias). En este caso su energía quedará bloqueada (emoción atrapada) en el cuerpo, dando la correspondiente sintomatología: si no soy capaz de «morder» hacia afuera mostrando mi rabia, me «morderé» hacia dentro, provocándome una úlcera por ejemplo. La úlcera será la manifestación psicosomática de la emoción atrapada.

No olvidemos que desde tiempos inmemoriales, la medicina tradicional china ha vinculado el equilibrio de los principales órganos del cuerpo con las emociones: los pulmones se relacionan con la tristeza, el hígado con la rabia, el bazo con la preocupación, el corazón con el amor y el riñón con el miedo.

HOY EN DÍA ESTÁ MÁS QUE DEMOSTRADA LA RELACIÓN ENTRE LA SALUD DEL CUERPO Y LA EMOCIÓN

Cada vez se hace más presente en la comunidad científica, la medicina de las emociones como herramienta fundamental en cualquier proceso de sanación. Entre las diferentes técnicas que vengo utilizando para liberar las emociones atrapadas, mi preferida es el «Tapping«, por su poder para incidir sobre el cerebro emocional.

LA IMPORTANCIA DE RECONOCER LAS EMOCIONES

Puesto que los comportamientos y decisiones vienen determinados por las emociones que sentimos, es de vital importancia aprender a reconocerlas y gestionarlas, ya que cuando se activan, adquieren vida propia y nos hacen reaccionar según la naturaleza de cada una.

SI NO SOMOS CAPACES DE RECONOCERLAS EN NOSOTROS Y DE DARNOS CUENTA DE CUANDO NOS POSEEN, SEREMOS VÍCTIMAS DE TODAS LAS ACCIONES QUE NOS PROPONGAN, CON SUS CORRESPONDIENTES CONSECUENCIAS

Las emociones se comportan como esas lucecitas que se encienden en el tablero de mandos de un coche para auxiliarnos en la conducción. Si conocemos bien el coche, sabremos que significa cada lucecita cuando se enciende, y que se debe hacer para que se apague. Una avisará de la falta de gasolina, otra de la temperatura del motor o de si hay que pasar la revisión.

En cualquier caso, serán señales de que algo ocurre en algún lugar del coche al que no se tiene acceso directo (motor). Bastará con prestarles atención y ejecutar lo que nos dicen, para que el viaje pueda continuar sin ningún percance.

Es posible, que algunos conductores por ignorancia o dejación, decidan no hacer caso a las «señales» pensando que «lo que no veo, no existe», con lo cual antes o después pagaran las consecuencias de su dejadez. 

Lo mismo sucede con las emociones. Están ahí para contarnos algo sobre nosotros mismos y para ayudarnos a conducirnos adecuadamente. El objetivo no debe ser negarlas, controlarlas o reprimirlas, sino aceptarlas y aprovecharlas para localizar los problemas subyacentes y empezar a actuar para solucionarlos.

EL OBJETIVO DE LAS EMOCIONES ES QUE NOS LLEVEN AL AUTOCONOCIMIENTO Y AL BIENESTAR

Si somos capaces de aceptar nuestras emociones, especialmente las categorizadas como conflictivas, aprenderemos a usarlas como señales que nos alertaran sobre la presencia de un problema específico a resolver.

Cuando orientemos la mirada en esa dirección específica, crearemos al mismo tiempo, estrategias reguladoras de dichas emociones y una mejor capacidad de «darnos cuenta» de lo que sentimos y pensamos.

EL ACCESO A LA EMOCIÓN Y AL SIGNIFICADO QUE TIENE PARA NOSOTROS, NOS VA A PERMITIR EN MUCHOS CASOS, «RECUPERAR LA SALUD»

LA GESTIÓN DE LAS EMOCIONES

Debemos tener muy claro que las emociones se activan por los pensamientos –conscientes o inconscientes–, que forman parte de nuestro sistema de creencias. Una vez activadas, hacen mella sobre nuestro cuerpo y sobre nuestra conducta en forma de palabras o actos.

SISTEMA DE CREENCIAS ––> EMOCION ––> CUERPO ––> PALABRAS Y ACTOS

Gestionar una emoción, consiste en seguir una serie de pasos que permitirán cambiar la reacción que provoca:

                   1. OBSERVAR 

Debemos echar mano de nuestro YO OBSERVADOR tomando distancia y observando que pensamos y qué hacemos frente a una emoción. Podemos observar las emociones y los pensamientos porque NO somos nuestras emociones ni nuestros pensamientos: SOMOS LOS QUE PENSAMOS Y SENTIMOS

      2. ACEPTARLA

Es ser consciente de su existencia, aceptándola sin juicio y des-identificándome de ella

      3. ANALIZARLA

Analizar el efecto que produce en mi y en el entorno

      4. ELABORAR UNA RESPUESTA ADECUADA

Debemos preguntarnos ¿qué me gustaría modificar?

      5. CREAR UN HÁBITO

Repetir la nueva conducta de forma sistemática para convertirla en un hábito